La muerte en Madrid de Salustiano del Campo Urbano, nacido el 18 de febrero de 1931 en la localidad gaditana de La Línea de la Concepción, arrebata a las Ciencias Sociales uno de sus más destacados precursores en España y con mayor proyección internacional. Tras cursar estudios de Derecho y Ciencias Políticas en Madrid, con Premio Extraordinario de fin de carrera en esta disciplina científica, colaboró y compartió docencia junto con su maestro Enrique Gómez Arboleya, filósofo del Derecho comprometido con la Sociología Empírica, por cuyo magisterio Salustiano del Campo se guiaría a lo largo de su prolongada carrera académica y docente. Una beca de una institución estadounidense a mediados de los años 50 del pasado siglo le llevó a la Universidad de Chicago, donde se vincularía a la corriente de estudios ecológicos y demográficos encarnada, en aquella ciudad, por los profesores Park y Bogue, que acentuaron los componentes ecoanimalísticos y ecovegetales de la Ecología frente a la corriente imperante en la Universidad de Michigan, donde se abrían paso las investigaciones de Amos Hawley, con una propuesta científica más versada hacia la Sociología y la Ecología Humana que aquella otra.
El profesor Del Campo Urbano, de regreso a España en 1957, prosiguió sus estudios durante una docencia que cristalizaría en una cátedra que obtuvo en la Universidad de Barcelona, concretamente en la Facultad de Ciencias Económicas, posteriormente como titular en Málaga para aterrizar a la postre en la Universidad Complutense de Madrid, como catedrático de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, donde rigió durante dos décadas el Departamento de Sociología. Desde este enclave académico contribuyó a la institucionalización de las investigaciones y los estudios sociológicos. Entre sus colaboradores y alumnos figuraron Luis González Seara, Juan Díez Nicolás, María de los Ángeles Durán, Carlos Moya Valgañón, José Ramón Torregrosa, José María Maravall, José Félix Tezanos y Manuel Navarro, entre muchos otros.
Salustiano del Campo, considerado un sociólogo ideológicamente conservador aunque sin militancia política directa, vinculado académicamente a Manuel Fraga Iribarne, catedrático de Teoría del Estado en la Universidad Complutense, mostró la apertura de su talante universitario al acoger en su departamento a científicos de muy variada adscripción ideológica, que brillarían con luz propia en décadas posteriores en distintos ámbitos y disciplinas, desde la Antropología a la Demografía, la Sociología cuantitativa y cualitativa, tras recibir el impulso de su magisterio académico. Considerado como uno de los principales estudiosos y expertos sobre la familia española, trasunto de su tesis doctoral, sería autor de veintiséis libros, coautor o bien coordinador de otros veinte textos, así como conferenciante internacional en numerosas universidades europeas y norteamericanas.
Tras cimentarse los primeros fundamentos del Instituto de la Opinión Pública establecidos por el tándem de sus discípulos González Seara-Díez Nicolás, Del Campo dirigiría el mencionado instituto, del que sería relevado por el ministro franquista Alfredo Sánchez Bella y sustituido por Ramón Cercós, que sería, a su vez, fulminantemente cesado por asumir la realización de una encuesta del instituto oficial donde se preguntaba a los entrevistados sobre sus opiniones sobre la boda de Carmencita Franco, nieta del dictador, con Alfonso de Borbón Dampierre, primo carnal del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón.
El profesor Del Campo estuvo vinculado a la revista progresista de información basic El Europeo, dirigida por José Antonio Gabriel y Galán, y a distintas revistas sociológicas profesionales.
Académico de Ciencias Morales y Políticas, llevó la Sociología a los más relevantes predios académicos a los que incorporó su saber y su talante. Casado y padre de una hija y un hijo, el sociólogo linense, aquejado de dolencias propias de la senectud, permanecía ingresado en una residencia madrileña donde le sorprendió la muerte en la mañana de este viernes. Su sepelio tendrá lugar en el cementerio madrileño de La Paz.
